LITERATURA SALVADOREÑA

 La literatura salvadoreña se puede clasificar en dos:

A) Literatura Izquierda: en donde el autor escribia la realidad del pais, pobreza, desempleo,   guerras, etc. 

B) Literatura derecha: en donde el autor describia los paisajes salvadoreños, la humildad de la gente, y hacian sentir al lector que El Salvador era un mundo magico. 

Algunos autores de la literatura salvadoreña son los siguientes:

 Algunas fotografias:

Uno de los escritores salvadoreños con mucha relevancia fue:

LEON  SIGUENZA (1895-1942) 

autor de un solo libro publicado póstumamente: Fábulas (1942), que lo convirtió en el mejor y más conocido fabulista salvadoreño. Siguenza ironiza contra dictadores politicos, malos gobiernos, estafadores, y todos los males de su epoca que aun hoy perduran, agravados.
“Donde la libertad no se conoce y el gobierno es despótico, aun el pensamiento debe velarse. Los oídos de un tirano no soportarían la verdad desnuda y el ingenio tiene que revelarse en una forma que al expresarse, sea tolerada”.

Uno de sus libros mas emblematico es "Fabulas" 

 Una de sus fabulasa es la siguiente:

JUPITER Y EL TIGRE

Ante Jupiter llega

el Tigre sanguinario

diciendole: -Señor, 

ya no quiero ser malo.

Estoy arrepentido

de todos los estragos

que hice sobre la tierra

desde hace muchos años.

De ahora en adelante

juro que sere manso 

porque son mis deseos

tener fama de santo.

Recortare mis uñas

para no hacer mas daño,

y seran mis colmillos

a la raiz cortados.

Pero ordenad al hombre 

que si me halla a su paso

no me quite la vida

porque ya no soy malo.

Decidle que me cuide

y mime con agrado,

y que me de alimentos

como hace con el gato.

Jupiter le pregunta

despues de examinarlo

-¿Cual es la edad que tienes?

-Ya tengo algunos años.

(Le contesto el felino

ciertamente extrañado

por aquella pregunta

que no venia al caso).

Entonces - dijo Jupiter 

extendiendo la mano-

todo esta comprendido:

eres en pobre anciano.

Te encuentras ya muy debil, 

no puedes hacer daño

y te has vuelto cobarde

para salir del paso.

Tienes miedo a la muerte

que da el fornido brazo 

del hombre, tu enemigo, 

que te busca por malo.

Y para sustraerte

de su terrible latigo,

el perdon de tus culpas

en el cielo has buscado.

Pero yo te lo niego, 

animal sanguinario, 

porque es justo que pagues

por todo el mas que has causado.

¡Oh, tunos, que a la enmienda

sois por la edad forzados, 

recordad que los cielos, 

no perdonan malvados!